Un revestimiento exterior adecuado es la clave para evitar el ataque químico del terreno, que puede corroer una tubería en pocos años, generando grandes gastos de mantenimiento e interrupciones del servicio. Existen suelos con distinto grado de agresividad, tanto física como química, y es preciso adaptarse a ellos.
Las tuberías están revestidas de una capa de zinc con capa de acabado en bitumen, en conformidad con la norma ISO 8179, indicada para la mayoría de los niveles de corrosión de suelos.
Dependiendo del nivel de agresividad del terreno donde será instalada la tubería, es posible reforzar el revestimiento con una capa de acabado en epoxi, o aplicar una capa de Cinc Aluminio en proporción 85/15% y capa de acabado en epoxi, que mejora el ámbito de utilización de las tuberías de hierro dúctil, protegiéndolas contra la corrosión.
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